La generación de residuos sólidos urbanos (RSU) sigue aumentando a nivel global. De acuerdo con el informe What a Waste 2.0 del Banco Mundial (2018), actualmente se producen más de 2,010 millones de toneladas anuales, y se proyecta que esta cifra crecerá un 70 % para 2050, alcanzando los 3,400 millones de toneladas. Este crecimiento representa un reto significativo para los sistemas de gestión de residuos, la infraestructura existente y los modelos de sostenibilidad.
En México, por ejemplo, sólo alrededor del 7 % de los residuos se aprovecha mediante procesos como la digestión anaeróbica o el compostaje industrial, lo que implica una gran pérdida de materiales orgánicos valiosos. Frente a esta situación, la incineración de residuos surge como una alternativa que promete reducir volúmenes y generar energía. Pero, ¿es realmente una solución eficaz y sostenible? A continuación, analizamos algunos de los mitos y realidades más comunes sobre esta tecnología.
1. Mito: “La incineración de residuos elimina todos los residuos”
Realidad: Si bien no elimina por completo los residuos, la incineración puede reducir hasta el 95 % del volumen, según estándares de plantas modernas. Las cenizas resultantes, que representan entre el 5 % y 15% del volumen original, pueden gestionarse adecuadamente e incluso recuperarse parcialmente, por ejemplo, usando la escoria en limpieza urbana o construcción, siempre que se aplique un manejo especializado y cumpla las normativas. Así, la incineración de residuos contribuye eficazmente a la reducción de espacios en relleno y la valorización térmica.
2. Mito: “La incineración ocupa demasiado espacio y no conviene en zonas urbanas”
Realidad: Al reducir el volumen de residuos en hasta un 95%, las plantas WtE (Waste to Energy) minimizan significativamente el uso de terreno, comparado con los rellenos sanitarios tradicionales. Esto permite liberar espacio urbano y postergar la construcción de nuevos vertederos, lo cual es especialmente valioso en regiones densamente pobladas donde el suelo es limitado y caro.
3. Mito: “Las plantas modernas no contaminan”
Realidad: Las plantas WtE de última generación emplean sistemas como filtros electrostáticos, carbón activado y SCR, que cumplen con estándares muy estrictos en países OCDE. Aunque no eliminan del todo metales pesados o dioxinas, las emisiones son muy bajas, controladas y monitoreadas, asegurando que operen dentro de límites ambientales definidos. Cuando se integran con emisiones reguladas y captura de cenizas, pueden formar parte de un sistema responsable y seguro.
4. Mito: “La incineración sólo destruye residuos sin generar beneficios”
Realidad: Las plantas modernas convierten los residuos en energía eléctrica y térmica, con rendimientos que permiten abastecer miles de hogares o sistemas de calefacción urbana. Por ejemplo, una instalación que procesa 1 ,000 toneladas diarias puede generar aproximadamente 19.7 MW de electricidad, lo que aporta al balance energético y ayuda a disminuir la dependencia de los combustibles fósiles.
5. “La incineración de residuos es la solución energética definitiva”
Realidad: Con una eficiencia eléctrica típica, la incineración puede generar energía confiable. Su rendimiento crece significativamente si se implementa como cogeneración, alcanzando eficiencias totales en torno al 80 % al aprovechar tanto la electricidad como el calor útil. Cuando se integra correctamente con separación en origen, valorización orgánica y reciclaje, la incineración de residuos se convierte en una herramienta poderosa para cerrar ciclos y potenciar la eficiencia energética.
6. Mito: “No se recuperan materiales útiles durante la incineración”
Realidad: Los procesos WtE modernos incluyen etapas de separación tanto antes como después de la combustión, recuperando materiales reciclables, metales ferrosos y no ferrosos que, de otro modo, irían a parar a un vertedero. Esta recuperación aporta valor adicional, contribuye al reciclaje de materiales como aluminio, plástico y acero, reforzando así la economía circular.
Entonces… ¿Cuándo y cómo integrar la incineración en una estrategia?
La incineración de residuos con recuperación energética representa una opción tecnológica avanzada para reducir el volumen de residuos no reciclables y aprovechar parte de su contenido energético. Sin embargo, su verdadero valor radica en que se implemente dentro de un modelo integral de gestión de residuos, como complemento a otras estrategias prioritarias como la separación en origen, el reciclaje mecánico y la valorización orgánica mediante compostaje o digestión anaeróbica.
Comprender qué tipo de residuos son adecuados para su tratamiento térmico, cuáles son sus implicaciones operativas, ambientales y regulatorias, y qué condiciones deben cumplirse para garantizar su eficiencia, es fundamental para tomar decisiones informadas. En contextos como el mexicano y el latinoamericano, donde aún existen desafíos en infraestructura, financiamiento y políticas públicas, el diseño de soluciones escalables, adaptadas y sostenibles se vuelve clave.
Incorporar tecnologías de incineración de residuos no significa excluir otras formas de valorización; por el contrario, cuando se integra estratégicamente en un sistema que prioriza la economía circular, permite aumentar el aprovechamiento de residuos, disminuir la disposición final y cumplir con objetivos ambientales más ambiciosos. Este enfoque garantiza reducción de costos operativos, mayor rentabilidad, mejor aceptación social y generación de valor real, asegurando que la tecnología contribuya a una economía realmente circular.
Las empresas del sector que ofrecen maquinaria para tratamiento, separación, prelavado, inteligencia ambiental o valorización energética tienen la oportunidad de acompañar esta transición, proporcionando soluciones modulares, eficientes y adaptadas a los nuevos retos que plantea la gestión moderna de residuos en América Latina.
Referencias
- CONACYT-Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR). (2021). Residuos orgánicos: ¿basura o recurso? https://www.cibnor.gob.mx/revista-rns/pdfs/vol1num3EE/3_RESIDUOS.pdf
- Greenpeace. (2020, febrero). ¿Sabes qué es la incineración de residuos y por qué no debe aprobarse en México? https://www.greenpeace.org/mexico/blog/4106/sabes-que-es-la-incineracion-de-residuos-y-por-que-no-debe-aprobarse-en-mexico/
- Obmem. (n.d.). Generación de CH₄ por la descomposición de la materia orgánica. https://www.obmem.mx/sector-residuos-mx
- Holland Circular Hotspot (2021, febrero) Waste Management Country Report: Mexico. https://hollandcircularhotspot.nl/wp-content/uploads/2021/04/Report_Waste_Management_Mexico_20210322.pdf
- Journal of Material Cycles and Waste Management (2022, julio)Heavy metals removal/stabilization from municipal solid waste incineration fly ash: a review and recent trends. https://link.springer.com/article/10.1007/s10163-022-01459-w
- Clean Air Task Force (2024, octubre). Mexican Waste Sector Methane Analysis. https://cdn.catf.us/wp-content/uploads/2024/10/28173156/mexico-wastemap-report.pdf
- El País (2025, mayo). México se compromete a reducir 140 millones de toneladas de emisiones de carbono hasta 2030. https://cdn.catf.us/wp-content/uploads/2024/10/28173156/mexico-wastemap-report.pdf
- Environmental Protection Agency – EPA (2025, mayo). Energy Recovery from the Combustion of Municipal Solid Waste (MSW). https://www.epa.gov/smm/energy-recovery-combustion-municipal-solid-waste-msw