Te apuesto a que, si te pregunto sobre gases vitales para la vida, lo primero que se te viene a la mente es el oxígeno. ¿O me equivoco? Bueno, pues el oxígeno sí que es vital, pero no es el único. El nitrógeno, también lo es.
Hace unas semanas Anilú, fundadora de Compospet nos explicó por qué es tan importante el ciclo del nitrógeno y cómo es que el estilo de vida actual lo ha corrompido, al grado que nuestros alimentos se ven afectados con menos nutrientes y por ende, el resto de los seres vivos también.
¿Y qué tiene que ver con la composta? ¡Mucho! Porque el proceso natural de la composta ayuda a la reabsorción del nitrógeno y ayuda a unificar las brechas de dicho ciclo.
Es hora de recordar nuestras clases de ciencias naturales, pero ahora no para pasar una materia, sino para entender cómo funciona nuestro mundo y cómo podemos evitar que se siga desgastando.
¿Qué es el ciclo del nitrógeno?
Anilú nos explicó que, así como existe el ciclo del agua o el ciclo del carbono, también hay otro que es muy importante: el ciclo del nitrógeno, que es el proceso natural mediante el cual el nitrógeno en diversas formas es intercambiado entre la atmósfera, los seres vivos y el suelo.
Primero hay que entender que el nitrógeno es esencial para todos los seres vivos. Es un nutriente que nuestro cuerpo necesita para generar aminoácidos que son las que forman las proteínas en nuestro cuerpo. Entonces, si nosotros no recibimos ese nitrógeno, entre otros nutrientes, no podemos generarlas.
Sin embargo, tu cuerpo, el de las plantas y de los animales, no tienen la capacidad de convertir el nitrógeno atmosférico a una forma utilizable. Por eso lo recibimos a través de los alimentos.
A pesar de que es un gas que está en todas partes, “de hecho más del 80% del aire es nitrógeno, nosotros no podemos abrir la boca y decir, ya, ya comí mi dosis necesaria de nitrógeno del día”.
– Anilú.
¿Cómo funciona el ciclo del nitrógeno?
Aclarada su importancia, veamos cómo funciona…
Como nosotros no podemos absorberlo directamente, hay ciertos organismos y microorganismos en el suelo que captan ese nitrógeno y en el suelo lo transforman a una forma en la que las plantas lo absorben. Es decir, ese nitrógeno del aire pasa al suelo a través de los microorganismos, y del suelo a las plantas.
Las plantas son comidas por nosotros o los animales y entran en la cadena alimenticia. Y al defecar o morir, ese nitrógeno sale y es reabsorbido por el suelo, cerrando el ciclo.
¿Por qué decimos que el ciclo está “roto”?
Como nos explicó Anilú, antes ese nitrógeno fluía de forma natural. Pero ahora, los desechos orgánicos los metemos a una bolsa y los echamos a un relleno sanitario y ese ciclo del nitrógeno se rompe.
“Antes estaba la granjita y entonces pasaba la vaca y hacía popó en la tierra, abajo del arbolito de manzanas.Y entonces, llovía, se caían las hojas del árbol, se caían las manzanas, pasaba el ganado por encima, todos lo pisaban, lo revolvían, […] y todo eso se iba compostando de forma natural, porque existía ese proceso de oxigenación, de humectación, de agregarle esos nutrientes.”
-Anilú.
¿Cómo afecta a nuestros alimentos?
Al tener ese ciclo roto, empezamos a tener suelos que están deficientes en nutrientes. Y, por ende, cosechas con menos nutrientes.
¿Has escuchado a las personas mayores decir que “los alimentos ya no son como antes”? Pues en parte es por haber roto esta cadena. “Porque todos esos nutrientes que antes de forma natural caían al suelo y con todo el proceso natural se compostaban, regresaban al suelo. Ahorita tenemos suelos infértiles”, explica Anilú.
“El suelo es lo más importante que tenemos. Y hoy lo estamos degradando, lo estamos erosionando y todos esos nutrientes de los residuos orgánicos no están llegando al él”.
– Anilú.
¿Cómo podemos reparar el ciclo del nitrógeno con la composta?
He ahí la importancia de retomar el compostaje. Pues tal vez ya no lo podemos hacer de forma tan natural como antes en una granja, pero sí podemos hacerlo a través de un compostaje como el que hace Compospet.
Al hacer composta, el ciclo se cierra y permite que el nitrógeno fluya, devolviendo los nutrientes al suelo.
“Esto es súper importante porque todos vivimos del suelo, porque todos comemos cosas del suelo, todos vivimos de frutas, verduras, semillas”.
-Anilú.
Compostar para salvar el suelo
La naturaleza tiene una manera de funcionar impresionante: es autosuficiente y es autorregulable. El problema es que nuestras actividades humanas desequilibran sus ciclos, como sucede con el del nitrógeno. Entonces es nuestro deber cerrarlos nuevamente.
Anilú nos pone sobre la mesa una realidad de la que quizá no somos conscientes:
“tal vez ahorita todavía lo veamos hasta como un lujo (compostar), pero mañana que ya no haya suelo fértil […] la gente va a decir, debí haber compostado hace 150 años…”
Entonces, ¿estás listo para compostar desde HOY?
