Cuando pensamos en el sector agrícola, no nos imaginamos de primer instante, que podemos hacer uso de los cultivos para generar energía limpia y renovable.
Hablamos de cultivos energéticos. ¡Quién diría que a partir de cultivos de girasol se puede generar biodiesel o que a partir de cultivos de madera podemos generar bioenergía!
Es después de la crisis energética en 1973 que surgen los cultivos energéticos, que eran como su nombre lo indica, cultivos cuya producción se destina exclusivamente a generar energía aprovechable.
Hoy entenderemos qué son y cómo han tomado un papel importante en la producción de energía renovable.
De un cultivo a energía, ¿qué son los cultivos energéticos?
La Universidad de Santiago de Compostela define un cultivo energético como aquel cultivo agrícola, forestal o acuático, cuya producción parcial o total se utiliza como materia prima para generar energía aprovechable.
En otras palabras, son tierras dedicadas a la siembra que a diferencia de los cultivos normales, su cosecha no será para el consumo “tradicional”, sino que está destinado a la generación de energía.
Seguro te estarás preguntando, ¿qué tipos de cultivos son utilizados? y ¿a qué nos referimos cuando decimos producción parcial o total?
Dependiendo de la finalidad del cultivo energético, será aquello que se cultive. Habrá algunos destinados a la generación de biomasa, otros para producir biodiésel, bioetanol e incluso biogás.
Por ejemplo, en un cultivo energético destinado a la producción de biomasa, encontraremos cultivos leñosos como el sauce o el álamo. Mientras que en un cultivo para producir biodiesel, se utilizará la colza, el girasol, o la soya, por mencionar algunos.
La producción de los cultivos puede utilizarse de forma total o parcial, dependiendo del tipo de cultivo. En los cultivos específicamente energéticos, se aprovecha el total de la producción e incluso los residuos derivados para generar energía, mientras que en los cultivos agrícolas se pueden aprovechar los excedentes o residuos también para uso energético.
Beneficios de los cultivos energéticos
Reducir la dependencia a los combustibles fósiles, sin duda es una de las metas actuales de la humanidad y los cultivos energéticos forman parte de la solución por los múltiples beneficios que pueden generar, entre ellos encontramos:
- La bioenergía obtenida a partir de este tipo de cultivos es renovable, ya que se produce a partir de biomasa vegetal que se trata de un recurso que se puede renovar.
- Fomentan la economía circular, pues favorece la reutilización de recursos naturales.
- Económicamente hablando, estos cultivos son una oportunidad para la generación de nuevas empresas y puestos de trabajo.
- No se necesitan condiciones específicas climáticas o de suelo ya que se busca el tipo de cultivo que mejor se adapte a éstas, obteniendo mayor rentabilidad económica y energética.
- Los cultivos energéticos incentivan la inversión y ayudan a mejorar los servicios públicos en las zonas rurales, por lo que revalorizan las tierras.
- Dado que contribuyen al desarrollo rural de zonas marginadas, los cultivos evitan la emigración rural y el abandono de la tierra.
La necesidad de buscar fuentes de energía alternas, que sean renovables y sostenibles nos llevan a pensar cada día más en los cultivos energéticos como una oportunidad no solo para combatir el cambio climático sino una oportunidad para el sector agrario y el desarrollo rural.
Sin embargo, es necesario conocer la otra cara de la moneda en cuanto a las desventajas que representan y el porqué es también un tema que ha generado controversia. Ahora te explico.
Cultivos energéticos: el lado negativo
Aunque es cierto que los cultivos energéticos aumentaron su presencia, de la mano de este crecimiento vinieron también las vertientes negativas.
Compite con los cultivos para producción de alimentos
Una de ellas proviene de la poca información que se tenía del tema, provocando que los cultivos agrícolas tradicionales comenzaran a utilizarse como fuente de energía, cuando originalmente esta aplicación energética de cultivos estaba concebida a partir de utilizar especies específicas.
¿Cuál es el inconveniente aquí? Que esta situación puede traer consigo problemas de competencia por el uso de la materia prima, generando conflicto de interés. Es decir, un conflicto entre utilizar las tierras disponibles para el cultivo de alimento o hacer uso de la tierra para cultivos energéticos.
Primero recordemos que en un mundo con una población en constante crecimiento, surgen cuestionamientos como ¿por qué utilizar tierras para producir bioenergía cuando podemos usarlas para producir alimentos para las +7.8k millones de personas que hay en el mundo?
Posible erosión del suelo
En diferentes países como Kenya y Ruanda han realizando evaluaciones para estimar su potencial de restauración, haciendo uso de tierras degradadas para cultivos energéticos.En este caso, los cultivos energéticos permiten reducir la erosión y restaurar los ecosistemas.
Sin embargo, la siembra a gran escala de cultivos energéticos puede resultar en una amenaza para la biodiversidad y provocar la erosión del suelo, de acuerdo a Humberto Blanco en su publicación Energy Crops and Their Implications on Soil and Environment.
Y bueno, si los cultivos energéticos pueden provocar la erosión del suelo reduciendo la productividad de la tierra, ¿por qué lo hacemos? ¿por qué no mejor aprovechar otro recurso? Por ejemplo los residuos orgánicos e inorgánicos que se generan todos los días.
Esta es una pregunta válida y claro, no hay que olvidarnos de ellos. Los residuos tanto orgánicos como inorgánicos, son una valiosa fuente de energía renovable y ofrecen un enfoque sostenible para la generación de bioenergía.
La actividad agrícola hacia la producción de energía
Podemos hacer uso de cultivos para generar biomasa y que esta sea convertida en bioenergía. Además, ¿sabías que la biomasa es una fuente de energía neutral en emisiones? Me refiero a que la biomasa no aumenta la cantidad de CO2 presente en la atmósfera, tal como aprendimos en el artículo de 5 datos sobre la biomasa.
Es cierto que los cultivos energéticos son un desafío, pero también traen consigo diferentes beneficios. Desde favorecer el desarrollo de comunidades rurales, hasta reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Y aunque claro, los cultivos energéticos nos permiten producir la materia prima necesaria para generar energía, no olvidemos que también podemos aprovechar otro tipo de recursos. Todo dependerá del contexto y situación en la que nos encontremos, lo importante es seguir tomando decisiones que nos lleven hacia el objetivo de una economía circular y sostenible.
En GRUN Engineering detonamos el valor de los residuos y los recursos disponibles para combatir el cambio climático y avanzar hacia un futuro más sostenible.
Referencias
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- Juan José Ibañéz. (10/05/2010). Agroenergética: Deterioro de los suelos y Degradación del Medio Ambiente. Recuperado de: https://www.madrimasd.org/blogs/universo/2010/05/10/135927
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- IRENA. (2017). Bioenergy from degraded land in Africa. Recuperado de: https://www.irena.org/-/media/Files/IRENA/Agency/Publication/2017/Dec/IRENA_Bioenergy_Africa_degraded_land_2017.pdf